Kingsburg

Juego de gestión de recursos donde habrá que ir construyendo el reino y defenderse de los ataques enemigos.
El despliegue es muy llamativo por su tablero central en el que están representados los nobles y las estaciones del año. Cada jugador tiene su tablero donde vienen los edificios que construir según un coste, y que aportarán unos beneficios mientras estén activos. Además, tres dados de su color y otros blancos.
La partida se desarrolla a lo largo de cinco años, y en cada uno de ellos hay cuatro estaciones, tres de producción, e invierno, de invasión. La clave del juego se basa en los dados, ya que con su puntuación se podrá influir en uno o varios nobles de la corte, los cuales aportarán beneficios en recursos. La interacción entre jugadores se reduce básicamente a ocupar el espacio del noble antes que los oponentes ya que sólo puede ser influido una vez por estación. Llegado el invierno se desata la guerra contra los invasores y aquellos ejércitos que venzan tendrán su recompensa, y los que pierdan, su castigo. El objetivo final es conseguir el mayor número de puntos de victoria que lo dan, en casi su totalidad, las edificaciones del reino.
Juego entretenido, fácil de entender. Aunque tiene un alto componente de azar, lo mejora con las fichas sumativas para variar la puntuación. Los gobernantes y los eventos le dan un toque asimétrico al juego, así como expansiones. Recomendable.