—Seguimos impresionados con la increíble presencia de las mujeres en la serie. María Magdalena ha sido nombrada un apóstol por el Papa Francisco, ¿qué piensas sobre este tema?
—Elizabeth (E): Es un honor hacer el papel de Magdalena, pero también es muy emocionante estar en una serie que da mucha importancia a las mujeres en el Evangelio y las hace personas de verdad. Estoy muy impresionada con todas las actrices que dan vida a estos maravillosos personajes. Realmente le dan la importancia que las mujeres tenían en el ministerio de Jesús y enseña cómo era esa realidad.
—Paras, desde el principio has tenido un personaje muy especial, ¿Es verdad que a Mateo lo presentan como una persona con TEA (Trastorno del Espectro Autista)?
— Paras (P): Me parece que era importante para nuestra serie, y para el creador de la misma enseñar un representante de esta comunidad, pero también creyó que era posible. Mateo tiene un libro genealógico muy detallado y es un recaudador de tasas, así que es bueno con los números.
Por eso siento que habría tenido sentido que él estuviera en algún punto cerca del espectro autista, y esto solo abre la puerta para este mundo de aceptación, y que la gente pueda verse a sí misma y encontrar su propia voz.
—¿Por qué piensas que a las mujeres les gusta más el personaje Mateo que otros?
—E: Es muy sensible y tiene un corazón muy tierno. Yo he notado esto especialmente en la temporada cuatro, en el episodio uno. Es muy observador de los cambios, de todo lo que está pasando y advierte cosas antes que todo el mundo, y las mujeres aprecian mucho esto.
—Estos días hemos hablado sobre el vestuario como un elemento del lenguaje cinematográfico. ¿Nos podrías decir algunos detalles sobre el vestuario de Jesús o de vuestro propio vestuario?
—P: Nuestra diseñadora de vestuario es muy creativa. Saca a lucir los colores. Me acuerdo que mi primer vestido era verde, y pensé “ese es un buen símbolo porque Mateo trabajaba con dinero en ese momento”, y ahora ha cambiado a estos tonos más oscuros.
A nosotros nos ayuda realmente a meternos en nuestro personaje y a ponernos en esa mentalidad de cómo era vivir hace dos mil años. Esta temporada, de hecho, se nos ve tener armarios diferentes por un tema muy material que les ocurre a los discípulos y a los seguidores. Se ha pensado mucho en la vestimenta y eso nos ayuda mucho a meternos en nuestro personaje.
—E: Mi vestuario lo he tenido por mucho tiempo: ese vestido azul y el velo rosa. Esta temporada María cambia a colores que representan a María Magdalena de una forma más tradicional.
Es definitivamente después de este momento que se siente que ella ha madurado, se ha convertido en una persona adulta.
— ¿Es verdad que cuando estuvisteis en España visitasteis Hakuna?
—E: Sí, fue muy especial. No sabíamos muy bien qué estábamos haciendo ni a dónde íbamos. Solo sabíamos que íbamos con un grupo de estudiantes para tener un servicio. Fue increíble ver a esta nueva generación adorar juntos y ver cómo era la comunidad… Fue muy especial y muy inspirador.

Emilio de Villota: “A más dificultad, más nos encomendamos a nuestra fe”
El pionero de la Fórmula 1 hoy es voluntario de la obra social de la parroquia San Ramón Nonato, en Vallecas