Miles de peregrinos llegados de todo el mundo, pero sobre todo de Roma, aguardan impacientes la fumata blanca, durante horas, en la plaza de San Pedro
A la espera de los escrutinios de esta tarde, la plaza de San Pedro se va llenando progresivamente de fieles, a pesar de que quizá tengan que aguardar horas antes de ver la esperada fumata blanca (o la negra, como ha sucedido hasta ahora). Según pasan las horas va aumentando la presencia de fieles y turistas en el Centro de la Cristiandad, así como los periodistas. Hay 500 profesionales inscritos para la cobertura del cónclave, según fuentes oficiales.
Si ayer se podía ver en la plaza al conocido actor mexicano Eduardo Verástegui (Sonidos de libertad) rezando el rosario en latín, retrasmitido online para sus compatriotas aztecas; o al conocido “cura de Masterchef”, Fray Marcos, a quien la elección del Papa le ha coincidido en Roma.
Un par de colombianas comentaban a Mundo Cristiano que han llegado desde su país para presenciar la elección del nuevo Papa. “Estamos muy emocionadas y además, hemos podido ver a nuestro cardenal, monseñor Luis rueda, de Bogotá”.
Un grupo de sacerdotes de Chile explicaban a Mundo Cristiano que ayer tuvieron la suerte de encontrarse con el cardenal Parolin. Le preguntaron al que hasta la muerte del Papa era Secretario de Estado qué esperaba del nuevo Pontífice y dijo que lo único que buscaba era “que fuese capaz de responder a los retos globales a los que se enfrenta la Iglesia. No solamente en el plano espiritual, sino también desde la dimensión política como mediador de conflictos”.
Los sacerdotes también expresaron su deseo de que ellos buscan personalmente que el Papa sea universal, “que sea capaz de llegar a todos y no solamente a un grupo católico reducido, sino que sea capaz de abordar la Iglesia de forma global”
Chiago, un chico de 17 años, de Río de Janeiro también ha llegado expresamente para el cónclave, desde Brasil. Lleva dos días en la ciudad Eterna y asegura que se va a quedar hasta que termine. Piensa que el jueves va a ser el día. “La verdad, no tengo ningún favorito”, explica.
Como prueba del lógico interés que suscita el acontecimiento, esta mañana se podía ver a un grupo de niños de un colegio de religiosas a quienes les han sacado del colegio para poder asistir a la fumata.
Por otro lado, como es lógico, las medidas de seguridad son altas, y visibles. Un helicóptero sobrevuela casi continuamente la plaza de San Pedro, además de numerosos drones. Numerosos agentes de la gendarmería vaticana patrullan la plaza con ametralladoras.
Los 133 cardenales electores votan de nuevo esta tarde en la Capilla Sixtina, en dos ocasiones. Ayer miércoles, como se sabe, fue necesaria una larga espera, hasta las 9 de la noche, antes de que apareciese la fumata negra. Según la prensa italiana, la demora se debe a que el cardenal Raniero Cantalamessa, el predicador de la meditación, se extendió en su intervención por 45 minutos. Otros motivos posibles son por hay mayor número de purpurados que en el anterior cónclave, o por el hecho de que la mayoría no tenían experiencia en una convocatoria similar.
En la tarde del 8 de mayo estaba prevista una primera votación en torno a las 16.30 horas, tras el almuerzo en la Casa de Santa Marta, y si fuese necesario, otra en torno a las 7 de la tarde. Si tras ambas votaciones todavía no hay mayoría suficiente, sólo saldrá humo negro en torno a las 19.00 horas. Esta dinámica se prolongará los restantes días. Como está previsto un descanso tras varios días de votaciones, si no se hubiese llegado a un acuerdo, los escrutinios se suspenderían el sábado o el domingo, aunque eso está por decidirse.





